DIMENSIÓN DIOCESANA DE
EVANGELIZACIÓN Y CATEQUESIS
Diócesis de Culiacán De
San José
|
Culiacán,
Sin., a 11 de Junio de 2012.
Estimado hermano:
Recibe nuestro saludo y nuestra más alta estima en la hermandad
que nos une en el Sacerdocio de Jesucristo.
En la búsqueda de poder ofrecer mejores apoyos para la formación de
la fe en las personas de nuestras comunidades, les presento algunas razones y criterios
de uso del catecismo propuesto para implementarlo, Dios mediante, en nuestra
Diócesis de Culiacán, a partir de Septiembre del 2012.
Desde septiembre del 2010 hemos venido trabajando en la
elaboración del nuevo catecismo diocesano. Convencidos de que estos han de realizarse
con el mayor cuidado para que sea el itinerario un verdadero proceso de
formación para la vida cristiana, deseamos tomar más tiempo para su
elaboración. Por ello decidimos, Sedec, con la aprobación de nuestro Sr. Obispo
Don Jonás Guerrero Corona y habiendo consultado a la Vicaría de Pastoral,
Vicarios Episcopales y decanos, incentivar más la formación de los niños y
adolescentes en la catequesis por medio de nuestros catequistas con la
introducción de los manuales del Sedec de Guadalajara.
Motivados en que vivimos un proceso de transición de iglesia de
conservación a misionera en la Diócesis, teniendo presente los nuevos
paradigmas de la Catequesis y, la urgente necesidad hoy en día, de que nuestra
Iglesia ofrezca de forma más oportuna, sembrar una catequesis más completa y
así contrarrestar toda esta crisis que estamos viviendo en el ámbito familiar.
Hemos visto que este itinerario ofrece varios elementos para la
formación del catequista en el Guía del Catequista como:
psicológico, bíblico, pedagógico, didáctico, pastoral y espiritual; el lenguaje
es accesible para un catequista que incluso no haya tenido mucha formación, no
obstante queda el desafío de pasar de ser una actividad para “el tiempo libre”, “para ayudar al
padre”, a valorar cada día más el deber y la necesidad para capacitarse mejor,
tanto en aspectos doctrinales como pedagógicos.
Respecto al libro del
niño y la familia, parte de la Sagrada Escritura, ofrece la
síntesis de la catequesis, busca clarificar nuevas enseñanzas, involucra de
forma directa en la participación a los padres de familia, su presentación es
atractiva, contiene nuevos recursos didácticos para la catequesis; incluye al
final de cada manual oraciones; es catequesis escolarizada apta para el
desarrollo de la fe y vida cristiana.
Respecto a los precios,
creemos que su valor unitario de 31 pesos para el "Libro del niño y la familia" es
algo modesto para nuestras comunidades así como 50 pesos para el "Guía del
catequista".
Para los catequistas que asisten a los cursos semanales en los
diferentes centros de la diócesis es familiar el lenguaje y metodología; maneja
el método inductivo: ver, pensar y actuar.
Al igual que nuestros manuales que hasta ahora se manejan en
nuestra diócesis son por grados escolares. Sólo que el del Sedec de Gdl inicia
en su 1ª etapa desde 4 años: PRE-INICIACIÓN
4 años: “Descubro a mi Papá Dios 1”,
5 años: “Descubro a mi Papá Dios 2” y
6 años para el 1º de Primaria “Descubro a mi Papá Dios 3”.
Sus
equivalentes con el catecismo de Culiacán serían:
5 años: “Despertando a la vida”
6 años: “Un camino de amor”
El de
Guadalajara tiene en la 2ª etapa: INICIACIÓN CRISTIANA
7 años / 2do Primaria: “Jesús. Vive entre nosotros 4”;
8 años / 3ero Primaria: “Jesús. Vive entre nosotros 5”;
9 años / 4º Primaria: “Jesús. Vive entre nosotros 6”.
Sus
equivalentes con el catecismo de Culiacán serían:
7 años: “Jesús es el camino”
8 años: “Encuentro con Cristo”
9 años: “Doctrina Cristiana”
En el nuevo itinerario diocesano deseamos que la catequesis se haga desde los 4 años. Un total de 6 años para recibir su Primera
Comunión. Pero si el niño(a) llega al centro de catequesis parroquial ya de 8 años hasta 11 años como mínimo requisito para recibir su Primera Comunión que asistan
2 años, es decir “Jesús 5” y “Jesús 6”. En este último todos los niños (as)
recibirían su Primera Comunión. Aquí nos separamos del Itinerario de
Guadalajara y se hará lo siguiente:
Atendiendo lo que
ordena la ley de la santa Iglesia, a saber: “El sacramento de la
Confirmación se ha de administrar a los fieles en torno a la edad de la
discreción, a no ser que la Conferencia Episcopal determine otra edad, o exista
peligro de muerte o, a juicio del ministro, una causa grave aconseje otra cosa”
(Canon 891), la Conferencia del Episcopado Mexicano reglamentó lo siguiente:
“Teniendo en cuenta
que la Confirmación enriquece al cristiano con el don del Espíritu Santo, lo
fortalece y obliga a que de palabra y de obra sea testigo de Cristo y lo
vincula más perfectamente a la Iglesia (c 879), debe tenderse a una progresiva
toma de conciencia en la celebración del sacramento. Por consiguiente, para cumplir
lo establecido en el canon 891, cada Obispo debe dar los pasos necesarios para
aplicarlo según las peculiares condiciones de su diócesis, teniendo en cuenta
las siguientes normas (c 842,2):
1. Evitar las
confirmaciones masivas, en las que no haya precedido una adecuada preparación
catequética, en la medida de lo posible.
2. Preparar a los padres
de familia para que cumplan, como educadores en la fe de sus hijos, por medio
de una catequesis adecuada a su edad (c 843,2).
3. Adminístrese el
sacramento dentro de una ceremonia cuidadosamente preparada y ordenada a
enfatizar la responsabilidad del confirmando y de los padres y padrinos (c
840).
4. No se celebre
ordinariamente la Confirmación sin antes haber dado a los padres, padrinos,
confirmandos y, a ser posible, a los participantes en el rito, la catequesis
presacramental adecuada, según las circunstancias, valiéndose para ello de los
medios que aconseja una sana pedagogía de la fe.
5. En la medida de lo
posible acompáñese a los confirmados, por medio de una catequesis progresiva, a
vivir y acrecentar su fe, a fin de que sean verdaderos testigos de Cristo y se
abran a la acción apostólica (c 879)”.
En este contexto,
este grado “Jesús 6”, el niño (a) antes de
recibir su Primera Comunión deberá recibir su Confirmación. Recordando
que el o ella está haciendo su Iniciación
Cristiana. El Sacramento de la Confirmación desde los primeros siglos constituye generalmente una única celebración con el Bautismo. “Sin
la Confirmación y la Eucaristía, el sacramento del Bautismo es ciertamente
válido y eficaz, pero la iniciación cristiana queda incompleta” (CEC 1306). No obstante que en algunas diócesis por razones pastorales, se aconseje
recibirlo después de haber participado de los sacramentos de la Penitencia y la
Eucaristía. Vemos que nos hemos ido al otro extremo. Inicialmente fue costoso convencer a una generación de papás que
preferían deshacerse cuanto antes del compromiso de confirmar a sus hijos, sin
preocuparse de una sólida formación cristiana, es decir, confirmarlos
seguidamente del bautismo antes de los 7 años.
Pero ahora existe el otro extremo en celebrar el
Sacramento con preadolescentes, adolescentes y jóvenes, hasta después de la
Primera Comunión, dando a veces mayor importancia a la preparación que al mismo
Sacramento. O bien, se decide abandonarlo, por los diversos requisitos, y se
prefiere recibirlo como mero requisito, cuando van a casarse, o nunca.
S. E. Mons. Jonás Guerrero Corona desea que optemos por el sentido de la Iniciación
Cristiana y crear mejores recursos para la perseverancia después de su
Primera Comunión.
“Mediante
los sacramentos de la Iniciación Cristiana, el Bautismo, la Confirmación y la
Eucaristía, se ponen los fundamentos de toda vida cristiana. La participación
en la naturaleza divina, que los hombres reciben como don mediante la gracia de
Cristo, tiene cierta analogía con el origen, el crecimiento y el sustento de la
vida natural. En efecto, los fieles renacidos
en el Bautismo se fortalecen con el sacramento de la Confirmación y,
finalmente, son alimentados en la
Eucaristía con el manjar de la vida eterna, y, así por medio de estos
sacramentos de la Iniciación Cristiana, reciben cada vez con más abundancia los
tesoros de la vida divina y avanzan hacia la perfección de la caridad” (CEC 1212 ).
“Nadie
puede decir: '¡Jesús es Señor!' sino por influjo del Espíritu Santo" (1 Cor
12, 3). "Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que
clama ¡Abbá, Padre!" (Ga 4, 6). Este conocimiento de fe no es posible sino
en el Espíritu Santo. Para entrar en contacto con Cristo, es necesario
primeramente haber sido atraído por el Espíritu Santo”. (CEC 683).
En
el itinerario de la catequesis se prevé que a los 9 años reciba la Primera
Comunión, por tanto, antes, según convenga a nivel decanal, una semana, o un mes, o en tiempo de pascua, o en la misma celebración de la primera comunión, recibir la Confirmación con su debida preparación catequética. Además
“es preciso hallarse en estado de gracia”. (CEC 1310), es decir, recurrir al
sacramento de la Penitencia.
Luego el itinerario sigue la tercera etapa: a los 10 años:
“Conozco y vivo mi fe 7”; 11 años “Conozco y vivo mi fe 8” y 12 años “Conozco y
vivo mi fe 9”, para la perseverancia de la vida cristiana.
Este catecismo, supone, al asumirlo, previo, una capacitación por parte del Sedec
de Guadalajara a todos los Sacerdotes y catequistas para conocer el itinerario mediante
un taller los días 21 y 22 de Junio.
El Jueves 21 de Junio de 10 a 12 pm en el Sedec de Culiacán (Col.
Centro); De 3 pm a 5 pm en la Parroquia a del Sagrado Corazón Guamúchil y a las
7 pm en Los Mochis Parroquia de Sagrado Corazón de Jesús.
El Viernes 22 de Junio a las 10 am en la parroquia del Sagrado
Corazón de Guasave; a las 4 pm en el Sedec de Culiacán
También queremos que se sumen a la formación de los catequistas que son el principal medio de
la educación en la fe de los niños y adolescentes, Dios mediante, a partir de
Septiembre. Son muchos los frutos que los mismos catequistas que durante este
año han asistido al curso básico comparten sus muy buenas experiencias.
Gracias por su
atención.
__________________________
Pbro. Víctor Murillo
Beltrán
Coordinador del DIDEC
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